
Princesa callada,
misterio de ojos grandes,
silencio inescrutable
que la razón no alcanza.
Mi corazón anhela
atisbar lo que el tuyo guarda.
En un oceano sin formas,
donde la concreción escapa,
navego con velas abiertas
a sotavento de confianza.
En el puerto de tus manos
a veces echo mi ancla
y en tus besos el cielo abre
dejando atrás las borrascas.
Princesa callada,
decir te amo no basta,
mi corazón es tuyo
más allá de las palabras.