La tractografía es un procedimiento que utiliza imágenes de resonancia magnética (MRI) procesadas computacionalmente para obtener imágenes de los tractos neuronales y determinar que áreas del cerebro están conectadas entre sí. A su vez, es capaz de mostrar alteraciones asociadas con diferentes afecciones, como malformaciones congénitas, afección isquémica y enfermedades desmielinizantes, así como también ayuda a comprender déficits funcionales, asociativos y de aprendizaje, como el TDAH o déficit de atención. Es de gran utilidad para los neurocirujanos, permitiendo comprobar los tractos afectados por un tumor, respetando el mayor número de tractos indemnes durante la cirugía.
Para Saber hay que Comprender
Para Saber hay que Comprender